Una creencia tradicional en la mayoría de las mujeres es que el embarazo ocasiona un aumento en las dioptrías, miopía u otros problemas visuales, como podría ser el astigmatismo. Sin embargo, esto no está comprobado científicamente.

Hay que considerar que sí es cierto que durante el tiempo que dura el embarazo el ojo de las mujeres experimenta una serie de alteraciones que van a desaparecer de manera gradual una vez que da a luz. Es por esa razón que lo más aconsejable es no graduarse ni operarse la vista durante la gestación.

Pero la realidad es que son muy pocas las mujeres que se percatan de estos cambios, y la gran mayoría vuelven rápidamente a su graduación anterior.

¿Cómo es que el embarazo afecta las dioptrías?

Todo el cuerpo de una mujer experimenta gran cantidad de cambios durante el proceso del embarazo y los ojos no son la excepción. Las alteraciones hormonales que se producen pueden originar problemas visuales, al igual que también son capaces de aumentar el volumen de la sangre o una mayor tendencia a la retención de líquidos.

Hay que tener en cuenta que todos estos serán cambios temporales que desaparecen una vez la mujer dé a luz o, en algunos casos, al finalizar la lactancia materna.

Los cambios que se producen en la visión pueden ser clasificados en:

Cambios en la presión intraocular

Durante el segundo trimestre del embarazo puede llegar a producirse una disminución de la presión intraocular. Pero si la mujer ya padecía antes del embarazo hipertensión ocular, esta disminución puede llegar a ser mucho mayor. Esto desaparece una vez que finaliza el embarazo.

Afectación de la córnea

La retención de líquido termina afectando todo el cuerpo de la mujer, incluída la córnea, originando una disminución de su sensibilidad y un aumento de su espesor y curvatura. Tiende a aparecer en los últimos meses del embarazo.

Retinopatía diabética

Es probable que una mujer que padece de diabetes y daño en su retina experimente un empeoramiento durante el embarazo.

Síndrome del ojo seco

Tiende a presentarse en los últimos meses del embarazo y es la causa principal por la cual algunas embarazadas no toleran los lentes de contacto durante el embarazo.

Cambios en el cristalino

Esto puede ocasionar ligeros cambios en la graduación, que tienden a ser provisionales.

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