Hoy en día, es prácticamente imposible pasar un día sin usar pantallas. Ya sea para trabajar, estudiar, entretenernos o mantenernos en contacto con la familia y los amigos, estamos constantemente expuestos a los smartphones, portátiles, tabletas y televisores. Aunque este aumento del uso de la tecnología nos ha traído muchas nuevas e increíbles oportunidades, también ha provocado un sinfín de posibles problemas de salud, sobre todo cuando se trata de nuestra vista.
La investigación ha demostrado que la exposición a las pantallas a largo plazo puede provocar una serie de problemas visuales, la mayoría de los cuales tienen su origen en la fatiga visual digital (DVS). Con el tiempo, si no se controla, la DVS puede provocar afecciones más graves y permanentes, como miopía, hipermetropía y astigmatismo. Además de estas afecciones, también existen otros posibles efectos nocivos para tus ojos de los que debes ser consciente.
Cansancio ocular y fatiga ocular digital
Las largas horas que pasas mirando una pantalla pueden provocar fatiga ocular, también conocida como síndrome visual informático. La fatiga visual suele caracterizarse por síntomas como dolores de cabeza, dolores de espalda, visión borrosa, ojos secos y visión doble. Esto se debe a que cuando una persona utiliza una pantalla, a menudo la mira durante largos periodos y los músculos de los ojos trabajan más para mantener el enfoque y ajustarse a las distintas distancias. Esto puede provocar fatiga ocular temporal, así como molestias visuales duraderas. Cuando esta fatiga ocular está causada específicamente por dispositivos digitales, se conoce como fatiga ocular digital (FOD).
Miopía e hipermetropía
Si la fatiga ocular digital no se alivia y continúa durante un período prolongado, podría provocar problemas de visión más graves. Uno de los problemas visuales más comunes que pueden derivarse del uso prolongado de la pantalla es la miopía. La miopía se produce cuando el globo ocular es demasiado largo o cuando la córnea está demasiado curvada. Estos factores provocan que la luz que entra en el ojo se enfoque delante de la retina en lugar de directamente sobre ella, lo que provoca visión borrosa de los objetos situados a cierta distancia.
Por otra parte, la hipermetropía, también conocida como hipermetropía, ocurre cuando el globo ocular es demasiado corto o la córnea no está suficientemente curvada. Esto hace que la luz se enfoque detrás de la retina en lugar de directamente sobre ella, y provoca visión borrosa de los objetos cercanos. Esta afección es más probable que ocurra más adelante en la vida, pero puede acelerarse por periodos prolongados de trabajo cercano.
Astigmatismo
Otra afección que puede desencadenar el uso prolongado de la pantalla es el astigmatismo. Esto ocurre cuando la córnea, la parte transparente del ojo que cubre el iris, está malformada. Esto hace que la luz incida sobre la retina en ángulos distintos y puede causar visión borrosa y fatiga ocular. Es más probable que sea una afección genética, pero la visión prolongada cercana puede aumentar las probabilidades de desarrollar astigmatismo.
Otros riesgos potenciales
Además de los problemas refractarios de la visión, el uso prolongado de la pantalla conlleva otros riesgos potenciales para tus ojos. Las investigaciones han demostrado que cuando una persona mira una pantalla, parpadea con menos frecuencia y no tan completamente como cuando mira otras cosas. Esto puede hacer que la superficie del ojo se reseque e irrite. Además, la luz azul que emiten las pantallas puede provocar la oxidación de los fotorreceptores de la retina, un proceso que puede contribuir a la degeneración macular relacionada con la edad.
Por último, la naturaleza generalmente sedentaria del uso de las pantallas también puede afectar a tu visión. Demasiado tiempo frente a la pantalla puede provocar una falta de actividad física, que aumenta el riesgo de desarrollar ciertas afecciones oculares, como el glaucoma primario de ángulo abierto, un tipo de enfermedad ocular crónica y potencialmente peligrosa para la vista.
Cabe señalar que, si bien es cierto que el uso prolongado de la pantalla conlleva riesgos potenciales para tu visión, todas estas afecciones pueden atenuarse tomando algunas medidas sencillas.
Cómo atenuar los posibles riesgos del uso de la pantalla
La mejor forma de prevenir los posibles efectos perjudiciales del uso de la pantalla es limitar el tiempo que se pasa mirándolas. Se recomienda seguir la regla 20-20-20, es decir, descansar 20 segundos cada 20 minutos y enfocar la vista en algo situado a 20 pies de la pantalla.
Además, es importante disponer de una iluminación adecuada cuando se utilizan pantallas e intentar parpadear más. Esto se puede conseguir apartando la vista de la pantalla cada 15 minutos durante al menos dos minutos, y utilizando lágrimas artificiales para mantener los ojos húmedos. El uso de gafas de ordenador y colirios para los ojos puede ayudar a reducir la fatiga visual, al igual que las gafas especiales que bloquean la luz azul y evitan la oxidación de los fotorreceptores.
Por último, para reducir los riesgos de miopía en el trabajo cercano, es importante tomarse descansos regulares de la pantalla. Esto se puede hacer aplicando la regla 20-20-20, y evitando el trabajo cercano durante más de 30 minutos seguidos. Además, es importante realizar otras actividades no relacionadas con la pantalla que requieran que los ojos miren a distintas distancias, como leer, dibujar, hacer excursiones y pasar tiempo al aire libre.
El aumento del uso de las pantallas presenta una serie de riesgos potenciales para tus ojos y tu visión. El uso prolongado de la pantalla se ha relacionado con la fatiga visual digital, la miopía, la hipermetropía, el astigmatismo, así como con la degeneración macular y el glaucoma de ángulo abierto primario. Sin embargo, es importante recordar que estos riesgos pueden atenuarse tomando algunas medidas sencillas, como limitar el tiempo que se pasa mirando pantallas, utilizar lágrimas artificiales y gafas de ordenador, tomarse descansos regulares de la pantalla y realizar actividades no relacionadas con la misma. Tomando estas medidas, puedes contribuir a que tus ojos se mantengan sanos durante muchos años.
No Comments